Ante un estadio repleto, entonando cánticos al viento, los jugadores de ambos equipos se disponen a pisar el primer peldaño del pasillo hacia la gloria o la humillación.
A los 9 minutos Iniesta encaró porteria, recortó hacia dentro y recordando el partido magistral de España-Rusia de la Eurocopa, Xavi recibió un balón en el área, y con sutileza rompió las telarañas de un, hasta ese momento, Zamora de la Liga. Pasaron así los minutos, con un Barça deslumbrante y con la posesión total del juego.
Al poco de acabar el encuentro, las niñerias del Madrid fueron excasivas, y con un 4-0 en el marcador, el sevillano Sergio Ramos, con el 4 a la espalda, fue excesivamente duro con un pobre Messi al que casi lo lesionan. Por este suceso se montó una bronca monumental al que se unieron los equipos técnicos de ambos clubs. Al acabar el encuentro, y con un 5-0 en el electrónico, se escuchó una espectacular obación a los blaugranas y recordando dos palabras: VISÇA BARÇA!
ai ligah premoh
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